La candidiasis es un término que con frecuencia asociamos con infecciones y trastornos del tracto genital o de la boca, pero es mucho más que eso. La Candidiasis es un trastorno causado por el género de hongos Candida spp., entre los cuales Candida albicans es el más común y clínicamente relevante. Estos hongos están normalmente presentes en nuestro cuerpo, pero en circunstancias específicas pueden proliferar y causar problemas de salud. En este artículo, exploraremos en detalle qué es la Candidiasis, los factores que pueden influir en su crecimiento y las implicaciones que puede tener para nuestra salud.
¿Qué es la Candidiasis?
Candida es un género de hongos que pertenece a las levaduras. Candida albicans es la especie más comúnmente asociada con las infecciones humanas y se encuentra normalmente en nuestro cuerpo. Especialmente se encuentra en el tracto gastrointestinal y en el tracto genital femenino. En condiciones normales, Candida albicans coexiste con otros microorganismos de nuestro cuerpo sin causar problemas. Sin embargo, cuando las condiciones favorables para su crecimiento están presentes, esta levadura puede multiplicarse y causar una infección conocida como candidiasis.
Esta condición puede manifestarse en varias partes del cuerpo, incluyendo
- la boca (sapito o muguet oral),
- el tracto genital femenino y
- la piel (candidiasis cutánea)
Además, la Candida también puede causar infecciones sistémicas más graves, especialmente en individuos con un sistema inmunológico comprometido.
Factores que influencian el crecimiento de Candida albicans
Candida albicans, al igual que todos los hongos, prospera en ambientes cálidos, húmedos y con azúcar. Su crecimiento generalmente está controlado por el sistema inmunológico. Además, la presencia de otros ‘amigos’ bacterianos en nuestro cuerpo previene su crecimiento excesivo. De hecho, cuando la microbiota intestinal está en condiciones de equilibrio (eubiosis), el crecimiento de patógenos oportunistas, como Candida albicans, se mantiene bajo control. Sin embargo, algunos factores pueden favorecer el crecimiento excesivo de Candida, incluyendo:
- Terapias antibióticas: El uso prolongado de antibióticos puede alterar el equilibrio de la microbiota y también destruir las bacterias «amigas» en nuestro cuerpo. Esto favorece el crecimiento de Candida albicans.
- Dieta rica en azúcares y carbohidratos refinados: Candida se alimenta de azúcares y carbohidratos refinados. Por lo tanto, una dieta rica en estos alimentos puede proporcionar un ambiente favorable para su crecimiento.
- Inmunosupresión: Las personas con un sistema inmunológico debilitado, como pacientes con VIH, pacientes en quimioterapia o trasplantados, son más susceptibles a las infecciones por Candida.
- Estrés: Situaciones de estrés prolongado pueden afectar el sistema inmunológico y favorecer el crecimiento excesivo de Candida.
- Uso de productos sanitarios: El uso de productos sanitarios como catéteres urinarios o ventiladores puede favorecer el crecimiento de Candida y aumentar el riesgo de infecciones.
Es importante destacar que Candida albicans puede estar presente en nuestro cuerpo sin causar ningún problema de salud. Sin embargo, cuando están presentes las condiciones favorables, puede multiplicarse y causar síntomas e infecciones. Es especialmente importante cuidar el equilibrio de la microbiota intestinal. De hecho, en condiciones de desequilibrio de la microbiota (disbiosis), se pueden crear las condiciones adecuadas para la proliferación de Candida spp.
Remedios naturales para combatir Candida albicans
Para apoyar la condición de eubiosis, pueden ser útiles algunos derivados vegetales. En particular,
- el aceite esencial de Clavo de olor (Syzygium aromaticum), y
- el aceite esencial de Canela (Cinnamomum cassia), pueden ser de ayuda.
Estos dos fitocomplejos en sinergia ayudan a mantener el equilibrio del microbiota, lo que dificulta el crecimiento excesivo de Candida albicans. Los encuentras en Clovedin complex. Incluye vitamina A, un micronutriente muy valioso para el bienestar de las mucosas, incluida la vaginal. De hecho, las infecciones por cándida pueden dañarla y causar molestias.